ALBERTO ES GOBIERNO, CRISTINA ES PODER
Es atributo
del Presidente de la Nación, el 1º de Marzo de cada año, hacer la apertura de
las sesiones del Congreso, para dar cuenta del “estado de la Nación, de las
reformas prometidas por la Constitución, recomendando a la Asamblea
Legislativa, las medidas que juzgue necesarias y convenientes” (artículos 63° y
99°, inciso 8 de la Constitución Nacional).
Omitió
decirnos que, desde marzo de 2020 a la fecha, se han contabilizado más de
50.000 muertes como consecuencia del COVID-19, sin asumir responsabilidad
alguna por su manifiesta improvisación y desprolijidad. Omitió trazar un
proyecto de país: explicarnos la posibilidad de avanzar con el Consejo
Económico y Social en un diálogo que habilite una concertación social.
Por el
contrario, amenazó a la Corte Suprema, y denunció la lentitud de la justicia
mientras anunciaba la creación de un supuesto Tribunal de Garantías, que la
hará más lenta aún.
El discurso
presidencial siguió la misma tónica que su exposición en Méjico: profundizar la
grieta.
Es impensable
superar el presente estado de situación, siendo autoindulgente con su
administración y confrontativo con los que la cuestionan.
El presidente
ha ensayado un discurso demagogo, en tanto su inveterada conducta y problema
central es su contradictoria relación con la verdad: nos miente, tergiversa,
distorsiona, omite y ensaya datos incontrastables que, en algún momento, nos
pudo entusiasmar y persuadir que la grieta podía cicatrizar. Sin embargo, por
la debilidad política en que se encuentra, eligió replegarse en Cristina
Fernández, maestra de una ceremonia que institucionalmente tiene y contiene
otra finalidad. El Presidente ha consolidado en nuestro país un régimen
vicepresidencial.
El MOVIMIENTO
NACIONAL DE LA MILITANCIA RADICAL, manifiesta su grave preocupación y entiende
una obligación cívica señalar al Sr. Presidente que su discurso de apertura no
debe estar dirigido al núcleo duro de su coalición, sino al Pueblo todo de la
Nación. La grieta ha sido una experiencia nefasta que debemos superar. Los
argentinos la estamos pasando muy mal; merecemos un Gobierno que nos gobierne
para todos, nos provea de soluciones frente a la crisis, pacifique el país y
nos hable con la Verdad.
Marzo de 2021.
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