DONDE HAY ACOSO NO SE PUEDE REDUCIR LA DESIGUALDADDONDE HAY ACOSO NO SE PUEDE REDUCIR LA DESIGUALDADDONDE HAY ACOSO NO SE PUEDE REDUCIR LA DESIGUALDAD
DONDE HAY ACOSO NO SE PUEDE REDUCIR LA DESIGUALDAD
Gerardo Martínez fue uno de los
impulsores del Convenio 190 y compartió con acciones sus opiniones sobre la
posibilidad de aplicarlo en la Argentina.
¿En qué contexto se enmarca el surgimiento del convenio 190?
La CGT, a través de sus distintas
secretarías, viene trabajando desde hace años en promover la igualdad de género
en el mundo del trabajo y en la lucha por la erradicación de la violencia en
todas sus formas. Además, junto al movimiento sindical internacional
participamos de diversas campañas y acciones para abrir el debate en la OIT
sobre la importancia de lograr un Convenio y una Recomendación sobre el tema.
Si bien en la Argentina existen leyes al respecto aún quedan espacios por
cubrir, como por ejemplo, qué sucede en los casos no solo de violencia y acoso
entre trabajadores/as, o entre ellos y sus respectivos empleadores, sino
también ante quienes sufren esta problemática fuera del ámbito laboral. La
violencia y el acoso ya están presentes en el mundo del trabajo, se trata de
poder visibilizarla y tratar la situación para prevenir que se repita. La
reducción de la desigualdad no puede darse donde existan violencia y acoso.
¿Cómo se conformaron los lineamientos generales del texto?
Las discusiones para la
elaboración de normas internacionales laborales en la OIT se dan en forma
tripartita, es decir, intervienen el movimiento sindical, el grupo de los
empleadores y los países que forman parte de la institución. Desde la Argentina
participaron la CGT, la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores. El Convenio
190 fue fruto de arduas discusiones tras un debate de dos años.
¿Cuán factible ve la posibilidad de que el Estado argentino
adhiera al Convenio?
Por regla general, los Convenios
de la OIT entran en vigor 12 meses después de que dos Estados Miembros lo hayan
ratificado. Sin embargo, sus efectos pueden ponerse de manifiesto antes de su
entrada en vigor. Los sindicatos ya han comenzado a introducir cláusulas
respecto a estas cuestiones en los Convenios Colectivos, actividad que se
fortalecerá con la entrada en vigor del texto. El movimiento sindical argentino
se encuentra realizando acciones para que el Gobierno se comprometa a ratificar
a la mayor brevedad posible este importantísimo convenio.
¿Cree que los empleadores presentarán alguna reticencia para
aplicar nuevas reglas de juego?
La CGT oportunamente manifestó su
desacuerdo con la abstención del Grupo de Empleadores de Argentina para la
aprobación de este convenio. No obstante, confiamos en poder avanzar a nivel
nacional, en forma conjunta, de cara a la ratificación del Convenio y su
implementación efectiva. Necesitamos que todos los sectores se involucren en la
lucha contra esta problemática que afecta a la sociedad argentina en su
conjunto.
¿Qué rol tiene la OIT en un contexto de transición del mundo del
trabajo, con la tecnología como protagonista en la reconfiguración de las
relaciones laborales?
El movimiento sindical promueve
un diseño de la OIT que la redimensione con una estrategia articulada con
gobiernos y empleadores. Debemos dar una respuesta política para el desempleo,
la precarización laboral, el trabajo infantil y forzoso, y la violencia en
todas sus formas; para poder construir una comunidad con valores sociales y
humanos que permita universalizar la justicia social. La OIT tiene el papel
protagónico para trazar en el dialogo social tripartito un rumbo con acuerdos
que potencien su rol en este grave contexto global. El mandato de la OIT de
avanzar en la realización de la justicia social no es una noción ni un concepto
vacío que sirve para adornar las declaraciones o nuestros discursos. Se trata
de un principio muy concreto que implica una justa distribución de la riqueza,
condiciones de trabajo respetuosas de la dignidad humana y una conciliación
entre la vida privada y profesional. La decisión de la OIT de implementar el
debate sobre el futuro del trabajo, pone y pondrá al trabajo y al modelo de
relaciones laborales en el centro del debate público a nivel mundial. La
supervivencia del desarrollo del multilateralismo sustentado en un nuevo
contrato social exige de la transición justa. La transición justa es una vía
que permitirá el encuentro, la concordancia para lograr consenso ante los
desafíos q plantea la modernización. El movimiento sindical reafirma la plena
vigencia de los derechos fundamentales, reivindica la libertad sindical, la
promoción de la negociación colectiva, la eliminación del trabajo infantil y
forzoso y de todas formas de violencia y discriminación como cimientos
fundamentales de una sociedad que aspire a la justicia social
Fuente: Diario Perfil
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