Carta
Pública a las Autoridades de la UCR
La
UCR es de Todos los Radicales. Recuperemos un Radicalismo Soberano
Buenos
Aires, 21 de diciembre de 2020
Sr. Presidente del Comité Nacional de la UCR
Don Alfredo Cornejo
Sres./as. de la Mesa Directiva de la
Honorable Convención Nacional de la UCR
De nuestra
consideración:
El Movimiento
Nacional de la Militancia Radical – MNMR, en nombre efectivo de la militancia
correligionaria que lo integra a lo largo y ancho de los 24 distritos federales
de todo el territorio nacional, y en nombre simbólico de tantos Radicales de
todas las filiaciones internas comprometidos con el Partido y con el País, en
estos tiempos aciagos de multiplicidad de crisis convergentes en la República y
de reproducción creciente e inaceptable de la pobreza, el hambre, la marginalidad
y la desesperanza de los argentinos, venimos a presentarnos públicamente ante
Uds., a efectos de denunciar, reclamar, exigir, proponer y comprometer lo
siguiente.
Denunciamos
vuestra responsabilidad política e institucional de cercenar al Pueblo Radical,
y a la sociedad toda, la posibilidad de disponer de un Partido dinámico, en
movimiento, abierto a la participación de los afiliados, como herramienta
institucional potente y efectiva de inclusión política y debate democrático,
para militar el cambio y la re-legitimación de representaciones institucionales
que la sociedad y los Radicales reclamamos en esta Hora de postergación y
descrédito político.
Reflejo de la
misma frustrante auto-referencialidad política con la que el oficialismo
peronista ha encarado su ciclo de gestión gubernamental, es la continuidad
decidida autocráticamente, sin consulta interna ni debate (ni aún siquiera
después del fracaso político con que terminó su gestión el Gobierno de
Cambiemos), con la cual las autoridades partidarias del Radicalismo confirmaron
su obsecuencia a los designios del mismo alineamiento político preexistente con
el PRO. Repetidamente, una vez más, han hecho Uds., de una decisión
institucional de alcance estrictamente electoral en el Partido, un alineamiento
político permanente, que –por tanto- como tal, es arbitrario ilegal e
ilegítimo.
Para ello, a
efectos de imponer su continuidad, sistemáticamente (como han hecho desde
Gualeguayghú hasta aquí), han apelado a un comportamiento institucional
partidario cada vez más cerrado, negador del debate democrático abierto hacia
la militancia correligionaria y al interior del Partido, e impositivo de la
estrategia a seguir, esencialmente convalidante de aquella decisión interesada
de cúpula. No se ha trepidado, en todos estos años, en apelar a maniobras
electorales internas fraudulentas, por las que alevosamente se han manipulado
Cartas Orgánicas, se indujeron conformaciones y las decisiones de las Juntas
Electorales, se han impugnado listas arbitrariamente, se ha tratado de incidir
sobre la Justicia Electoral, se han alterado ilegalmente padrones electorales o
se practicaron fraudes selectivos, se ha excluido la participación de
afiliados, se ha permitido la votación de no afiliados, y se ha amedrentado a
los Fiscales de la oposición. Conductas inaceptables, convalidadas por la
indiferencia del Comité Nacional
Hoy,
recalcitrantemente, ante la perspectiva del proceso electoral nacional el año
entrante, nuevamente ratifican Uds. sus propósitos coalicionales no
programáticos en Cambiemos, sin consulta alguna con los afiliados. Y,
nuevamente también, para ello, cercenan la apertura política y apelan a la
inmovilización de los estamentos partidarios, la paralización del
funcionamiento activo de sus cuerpos orgánicos, la cerrazón de los espacios de
debate político, la injustificable manutención de intervenciones distritales y,
en general, la inmovilización política del Partido. En la coyuntura, se le suma
una nueva arbitrariedad: la que busca acomodar las circunstancias de
excepcionalidad indudables, emergentes de la pandemia, como excusa interpretada
de manera abusiva, para auto-prorrogar mandatos ilegalmente (sin la
participación, siquiera virtual, de los Órganos institucionales que establecen
nuestras normas), para postergar procesos electorales (en algunos casos, desmedidamente)
y para decidir sobre los derechos y la suerte política de todos los Radicales,
sin la participación, consulta o inclusión de las minorías o de las disidencias
partidarias en el tratamiento de dicha excepcionalidad o de la transición
requerida. Nuevamente, se ponen en evidencia prácticas institucionales de falta
de transparencia en los próximos procesos electorales internos por las que se
fomenta la no alternancia electiva, se obturan las posibilidades de las
minorías, o se pretende imponer supuestas “listas de unidad” para digitar
candidatos e imposibilitar los indispensables debates políticos.
Lo mismo que
Uds., como Autoridades Partidarias de la UCR reclaman, con toda razón, del
Gobierno en la Nación, practican incalificablemente, sin embargo, hacia dentro
de la UCR. Pero esta vez, a la falta de legitimidad de ejercicio que en estos
tiempos ha caracterizado su conducción partidaria, se le suman estas nuevas
faltas de legitimidad que ahora rozan también aspectos de legitimidad de
origen, vinculadas a la citada interpretación interesada de la excepcionalidad
coyuntural y de su tratamiento, y al manejo consecuente de la terminación de
mandatos y al de los procesos electorales para su renovación.
En el mismo
sentido, no han trepidado Uds. tampoco en manipular, en su momento, decisiones
de intervención, aún sin el cumplimiento estricto de los procedimientos
pertinentes, en varios distritos federales del país. A la ya crónica e
irracional intervención del Partido en Santiago del Estero, se le ha sumado la
intervención en Tucumán, en marzo de 2019 y sus prórrogas (por ahora, hasta
junio de 2021), cuando estaban programadas para esa misma fecha (el 31 de ese
mes y año) las elecciones internas distritales. Dio la impresión, en esa
oportunidad, que la Intervención se blandió entonces como impedimento de una
posible derrota del oficialismo en ese distrito. O, similarmente, de manera
insólita y descarada, se manipuló la institucionalidad partidaria, cuando se
intervino la Convención Provincial en Santa Fe, también en 2019 y bajo esta
conducción del Comité Nacional, al solo efecto de imponer localmente el
alineamiento político-electoral oficialista, dictado desde la conducción del
Comité Nacional y acordado fuera del Partido.
Estas
conductas institucionales y políticas son anti-democráticas e inaceptables.
Pareciera que fuera necesario remarcar lo obvio: manipular la institucionalidad
a efectos de imponer (en otras jurisdicciones federales) posiciones políticas
propias (además ilegítimas en su continuidad) tiene marcados sesgos
absolutistas. Es conceptual y éticamente gravoso utilizar el instituto de la
Intervención Federal, vinculado como es su condición a situaciones de gravedad
institucional partidaria, para buscar acomodar o satisfacer intereses políticos
subalternos de Parte, y de manera impositiva y autoritaria.
Así como es
falso y hasta moralmente incompatible pretender ser la Lucha por la Causa de
los Desposeídos; y, sin embargo, pretenderlo alineados al Régimen falaz y
descreído, es igualmente falaz e incluso políticamente hipócrita denunciar
relatos oficialistas del Gobierno y un avance de sesgo autoritario sobre la
institucionalidad de la República, al propio tiempo que proceder en el mismo
sentido conceptual hacia el interior de la UCR con la coacción autoritaria de
mayorías, la imposición de alineamientos políticos de parte, sin debates
previos ni consensos, y hacerlo en avance manifiesto de la institucionalidad
del Partido. Todo ello ha puesto en crisis incuestionable los parámetros
pre-existentes de la ética partidaria. Y es así que el accionar político de las
Representaciones Políticas del Partido, sin ética, se ha tornado interesado,
superficial, mediocre e inestable. El futuro de la UCR está en juego. Y estas
prácticas aberrantes condicionan su continuidad organizacional, su
significancia política, su credibilidad ante la sociedad, su capacidad
propositiva hacia la opinión pública y, en general, su capacidad de acción
política. En definitiva, comprometen su razón de ser. Reclamamos de Uds., como
Autoridades Partidarias, abrir el Partido a la participación plena de todos los
Radicales. Y la habilitación de espacios de debate que permitan la más amplia
participación del afiliado y de sus representantes en los cuerpos colegiados
del Partido y en la discusión de la estrategia electoral para el 2021, a fin de
definir democráticamente la política partidaria de alianzas nacionales y
provinciales. Debemos re-democratizar la UCR y recobrar centralidad
doctrinaria, recuperar instrumentalidad política, y poder así recomponer un
proyecto propio, progresista y consistente para ofrecer a la ciudadanía.
En
consecuencia, exigimos al Comité Nacional y a las Autoridades de la HCN el
levantamiento de las intervenciones distritales remanentes en Tucumán y en
Santiago del Estero, en plazos perentorios. Y el aseguramiento de la más
absoluta transparencia en los procesos eleccionarios internos del Partido por
venir, impulsando un proceso general de re-afiliación que depure padrones en
todos los Distritos del País y respondiendo por la transparencia y la
ecuanimidad en la conformación de las Juntas Electorales distritales. Es
vuestra obligación estatutaria y moral, como Autoridades Partidarias,
garantizar en tiempos electorales y de manera efectiva, el regular
funcionamiento de los Órganos Partidarios y la libertad de participación y
decisión propia de todos los afiliados en los distritos hoy intervenidos.
La UCR es un
partido con vocación de Poder y, como tal, habrá de reasumir un sendero franco
de reconstrucción de su propio proyecto de conducción de los asuntos de Estado.
Y lo habrá de hacer desde su tradición democrática, republicana, libertaria,
igualitaria, progresista, popular y latinoamericanista. Si no, no tendrá razón
de subsistir. Esperamos de Uds. sepan estar a la altura de la gravedad de la
Hora.
Es pues,
momento de recuperación de nuestras mejores tradiciones, doctrinarias y de
conductas; de re-ponderación de nuestras fortalezas partidarias; de
redoblamiento del compromiso espiritual permanente de la militancia; de
reformulación de nuestro propio proyecto político y de reforzamiento de nuestra
acción pública hacia el País, necesitado y en su Hora más crítica, que nos está
contemplando.
Vaya nuestro
compromiso incondicional con esa tarea, a la que, en plenitud, con constricción
al esfuerzo y con pasión republicana, nuestra querida UCR está llamada, en este
tiempo, a asumir si así se decidiese.
Movimiento Nacional de la Militancia Radical – MNMR
Junta Ejecutiva
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